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Condenado por eyacular sobre su pareja mientras dormía

En el mundo de la Justicia también viene siendo habitual que la ficción resulte superada en muchos casos por la realidad. Tal es el caso de una reciente sentencia de la Audiencia Provincial de Cantabria que condeno a un hombre que aprovechaba que su pareja había ingerido alcohol y dormía, para desnudarla primero, y eyacular posteriormente sobre ella. Deduzco que entre acción y acción, también había masturbación.

Lógicamente, cuando la mujer despertaba se percataba de que no tenía ropa y que había restos de semen sobre su cuerpo. Pese advertir a su pareja en varias ocasiones su falta de consentimiento en relación con esta conducta, los hechos continuaron repitiéndose.

Dada esta continuidad delictiva y concurriendo la agravante de parentesco la Sala le condenó como autor de un delito de abusos sexuales imponiéndole la pena de multa en su mitad superior, 24 meses a 15 euros diarios, 10.800 euros, además de la prohibición de acercarse y comunicarse durante tres años e indemnizarla por daño moral en la cantidad de 5.000 euros.

Inmediatamente surge la pregunta, ¿como pudo el Tribunal tener por acreditados estos hechos, más allá del testimonio de la perjudicada? Fundamentalmente a través de las conversaciones de Whatsapp, en las que el hombre reconocía los hechos, su reiteración y la expresa oposición de la mujer a la ejecución de la conducta descrita, además de las testificales de amigos de la pareja, dado que ni unas ni otras pruebas fueron cuestionadas en el juicio por el acusado.

Por el contrario, la Sala considera no acreditada la existencia de penetración, dado que según el propio testimonio de la mujer, su sueño era ligero y la ingesta de alcohol moderada. Consecuentemente, si hubiera habido penetración, la mujer se hubiera despertado en algún momento del coito, por lo que no haberlo hecho evidencia la inexistencia de una relación sexual completa.

Los hechos enjuiciados resultan anecdóticos, pero muestran las posibles consecuencias penales de conductas, que pese a suceder en la más profunda intimidad de la pareja, algún día pueden salir a la luz, denunciadas y probadas.

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